El autoconsumo en España está en un punto clave de evolución. Con la reciente consulta pública sobre el nuevo Real Decreto (RD) de Autoconsumo organizada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, las oportunidades para democratizar el acceso a la energía renovable se amplían. Aunque la consulta cerró el pasado 23 de octubre, sus repercusiones están lejos de haber terminado.
La Alianza por el Autoconsumo, que agrupa a más de 60 entidades de diversos sectores, ha presentado un conjunto de más de 20 propuestas para impulsar este modelo energético. Estas medidas buscan eliminar barreras regulatorias, fomentar el autoconsumo colectivo y extender los beneficios de la energía compartida a todos los hogares, incluidos los que no disponen de un tejado propio o comparten uno en edificios residenciales.
Un cambio de paradigma necesario
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima establece un ambicioso objetivo de 19.000 MW de capacidad instalada en autoconsumo para 2030, frente a los aproximadamente 8.000 MW actuales. Para lograrlo, el nuevo RD debe superar los límites del actual RD 244/2019, que, aunque significó un avance importante al eliminar el impuesto al sol, no ha sido suficiente para impulsar el autoconsumo colectivo. Hoy, este modelo apenas representa el 1% de las instalaciones en un país donde más del 70% de la población vive en bloques de viviendas.
Según la Alianza, es momento de consolidar el derecho a compartir energía, un principio ya recogido en la Directiva de Renovables de la Unión Europea. Este enfoque permitiría a los ciudadanos no solo consumir la energía que producen, sino también vender o compartir los excedentes, beneficiando directamente a sus comunidades y reduciendo costes energéticos.
Propuestas clave para un autoconsumo inclusivo
Entre las principales propuestas de la Alianza destacan:
- Impulsar el gestor de autoconsumo: Esta figura sería clave para simplificar los trámites administrativos y mejorar la comunicación con las distribuidoras, especialmente en proyectos colectivos y de comunidades energéticas.
- Extender el alcance geográfico: Proponen ampliar el radio de autoconsumo colectivo de los actuales 2 kilómetros a 20 kilómetros, como ya sucede en países como Francia y Portugal.
- Fomentar nuevos modelos de autoconsumo: Facilitar que los excedentes puedan compartirse sin necesidad de distribuir toda la producción, lo que abriría oportunidades para instituciones como colegios que desean compartir su energía sobrante con vecinos y familias cercanas.
- Ajustar la retribución de las distribuidoras: Proponen priorizar incentivos para las distribuidoras que agilicen la legalización de autoconsumos, dejando atrás un modelo basado en la extensión de infraestructuras.
El autoconsumo como herramienta para todos
La Alianza subraya que, en los próximos cinco años, es imprescindible que el autoconsumo sea una opción viable para todos los ciudadanos, independientemente de sus condiciones de vivienda. Consolidar el derecho a compartir energía y fomentar un modelo más equitativo serán pasos fundamentales para alcanzar las metas climáticas y sociales que España se ha propuesto.
Este enfoque inclusivo no solo acelerará la transición energética, sino que también contribuirá a construir comunidades más sostenibles y resilientes, un objetivo que debe estar en el centro de cualquier política energética futura.