El proyecto tiene que cumplir todas las necesidades a corto, pero, sobre todo, a largo plazo. La planta fotovoltaica debe funcionar por un mínimo de 25 años. Sin embargo, a menudo nos encontramos plantas con importantes deficiencias, que aparecen pocos años o incluso pocos meses después de la instalación, generando costes de readecuación o reparación que superan con creces el coste de la propia instalación.
Los paneles fotovoltaicos de GREENKw tienen una garantía de producción lineal de 30 años, todos los materiales utilizados son de máxima calidad para evitar sorpresas durante su vida útil.